Pancho Sierra


Francisco Pancho Sierra (21 de abril de 1831 Salto, Buenos Aires - 4 de diciembre de 1891), es un personaje folclórico de origen bonaerense de la tradición oral y literaria argentina; sexto hijo del primer matrimonio del español Francisco Sierra, casado con Raimunda Ulloa, eran estancieros y miembros de una honorable familia. De ese matrimonio nacieron seis hijos: Enrique, Adolfo, Justo, Toribia, Carlota y Francisco. Al fallecer doña Raimunda Ulloa, Francisco contrajo nuevas nupcias con Raimunda Báez y entre ambos tuvieron otros seis hijos: Pedro, Severo, Estaquillo, Raimundo, Pastora y Serapia.

Pancho Sierra fue bautizado en la iglesia de San Pedro y San Pablo del pueblo de Salto por el cura párroco Dr. Carlos Torres y fueron sus padrinos Don Manuel Fernández y Doña Serapia Sierra, ambos vecinos de Salto Argentino. Hizo sus estudios primarios en Salto, para luego ir a Buenos Aires a seguir sus estudios en el colegio de Rufino Sánchez y así inicia su adolescencia entre Salto y la capital federal. Terminó el secundario e ingresó en la Facultad de Medicina.

Desde muy joven amaba la naturaleza y con gran destreza recorría a caballo los caminos y las inmediaciones de la estancia El Porvenir en el pueblo de Carabelas, partido de Pergamino, esa estancia y la anterior donde se crió en el pueblo de Rancagua eran propiedades de sus padres. El joven Pancho Sierra era muy codiciado entre las muchachas de su pueblo. Su rostro blanco de facciones aristocráticas, nariz aguileña y ojos azules que brillaban con intenso fulgor. Su talla alta, delgado de cuerpo y dotado de gran carisma y su conjunto respiraba bondad y una paz espiritual, que transmitía en todos sus actos y toda su persona estaba cubierta de gran energía y su bella estampa se destacaba por su porte, simpatía y gran arrogancia, pero era un ser por sobre todas las cosas lleno de sencillez.

En aquel entonces una joven criada de nombre Nemesia llegó a la estancia por trabajo. Francisco Sierra no conoció otro amor más que aquel que pudo compartir brevemente con Nemesia. Sin embargo, el dolor lo colocó una vez más frente a la soledad. Sus tías percibieron aquella relación a la que consideraron imposible y, estando ausente Francisco, enviaron a la joven a un pueblo en la provincia de Córdoba. Al regresar Francisco Sierra a su estancia sólo pudo hallar el silencio de aquellas mujeres que le ocultaron la verdad. Pese a ello una humilde mujer relató a Francisco lo sucedido y este salió en busca de Nemesia. El viaje duró algunos días y el cansancio hizo que Sierra se detuviera en un paraje - paraje de Arbol Solo - en las cercanías del río Luján. La noche se mostraba demasiado clara y Francisco no podía dormir pensando en el destino de aquel amor imposible. Caminando cerca de la tranquera de aquel paraje, Sierra alcanzó a ver a un hombre anciano, barbas y cabello blanco que caminaba sosteniéndose de un bastón. Al acercarse el anciano y como si hubiese sido una visión el misterioso hombre le anunció: (...)"Hijo, vas a un largo viaje, y con mucha esperanza, pero lo que tú buscas ya no te pertenece pues pertenece a Dios, que es quien nos gobierna, y El tiene para ti destinado algo muy grande y tú ya conociste muy de cerca el dolor pero un último dolor tendrás que pasar para comenzar luego, cuando Dios lo disponga, la maravillosa obra que te tiene preparada. Con este anuncio entendió Sierra que a quien amaba ya no podría ver porque su vida se había terminado. Abandona sus estudios y olvidándose de sí mismo se aísla en un retiro voluntario, encerrándose en el altillo de la "Estancia El Porvenir" por muchos años en Rancagua (Partido de Pergamino). Tanto tiempo estuvo encerrado que inclusive sus familiares decían que había perdido la razón, solamente algún mayordomo le llevaba al altillo los alimentos y ropas para cambiarse, dejándolos al pie de la puerta del altillo; en aquel aislamiento voluntario Dios le indicaba espiritualmente el camino de una gran misión para ayudar al prójimo. Así después de siete años, reapareció extenuado, meditativo y alejado del bullicio general. Pasaba días enteros ensimismado en sus pensamientos siempre meditando y a veces ayunando y bebiendo mucha agua del aljibe de la estancia.

Desdeñaba las riquezas, el bienestar y las comodidades de las que podía disfrutar por sus bienes de familia, sintiendo en su mente el llamado de Dios para gastar sus haberes distribuyéndolos entre los pobres y los niños, por los que siempre sintió predilección.

Su barba y sus cabellos prolongados y abundantes de color grisáceo y de gran brillo, ondeaban desalineados por la brisa cuando se paseaba solitario entre los árboles y las plantas del jardín de la estancia, y formaban como aureola, encuadrando su blanco rostro iluminado siempre por un tinte de melancolía y bondad.

Muchas veces ejecutaba la guitarra con armoniosas notas que llegaban al corazón.

Se lo veía a orillas del río Arrecifes contemplando la naturaleza y escuchando el canto de los pájaros y con la compañía de sus dos perros los cuales siempre lo custodiaban.

Tenía un marcado parecido con el poeta Guido Spano, y como él, vestía siempre trajes ampulosos, bombacha, camiseta criolla, llamada garibaldina, ancho sombrero y poncho de vicuña.

Una noche cerca del día de San Juan del mes de Junio sintió el llamado de Dios: es hora del comienzo de tu misión espiritual, ya el plazo se ha cumplido; Adelante Francisco, nada te detendrá. Así comenzó su gran misión, ayudando a los pobres y a los enfermos del cuerpo y del alma; con una oración que Dios le había transmitido y un vaso de agua de la estancia El Porvenir; comenzó a sanar a todos los que solicitaban su gran ayuda. Su fama de taumaturgo a medida que pasaban los meses traspaso las fronteras del país.

Su gran carisma y su gran bondad lo convirtieron en aquella época en El Doctor del Agua Fría o El Resero del Infinito y también El Gaucho santo de Pergamino, como cariñosamente lo llamaban sus miles de seguidores; Pancho Sierra murió el día 4 de diciembre del año 1891 a los 60 años.

En 1890, pocos mese antes de su muerte, Pancho Sierra se casó con Leonor Fernández en la iglesia "San Francisco de Asís" de Rojas (Pcia de Buenos Aires) y el sacerdote que los caso se llamaba Silvestre Moruga, según consta en la partida de matrimonio de los archivos de dicha parroquia.

Murió al año siguiente -año muy caluroso, con polvaredas que afectaban el tránsito y arrinconaban a los animales junto a los alambrados de los campos, asfixiándolos en muchos casos-, a las 19,10 horas del 4 de diciembre de 1891. Un mes antes del deceso predicho por él mismo, dio finalizada la misión que se había impuesto. No pudo conocer a su única hija, Laura Pía, nacida siete meses más tarde.

Cabe destacar que Pancho Sierra tenía una hermana religiosa, hermana por parte del padre y que en la vida de los claustros se llamo Sor Maria de Lujan Sierra y que fue fundadora de varios colegios religiosos Sus exequias fueron destacadas, en esos años, por la cantidad de personas que acompañaron al féretro hasta el Cementerio de Salto y por el grupo de ciudadanos de renombre nacional que pronunciaron emotivas palabras.

En S.XXI es uno más de los referentes mitológicos de la cultura rural de las provincias pampeanas. Hoy después de tantos años de su tránsito a la eternidad, Pancho Sierra es un verdadero mito santificado en el corazón del pueblo y conocido y venerado en toda América Latina.

Sus restos descansan en el Cementerio de Salto Argentino.

La Madre María


María Salomé Loredo y Otaola era de familia vasca. Había nacido en España en un pueblo de Castilla la Vieja el 22 de octubre de 1854. Como consecuencia de la guerra carlista, la familia Loredo se traslada a la Argentina en 1869 y se instala en Saladillo donde continúan con sus labores campesinas. A los 19 años se casa con José Antonio Demaría, político y terrateniente de la provincia de Buenos Aires. María Salomé frecuenta reuniones donde alterna con Roca, Juárez Celman, Alsina, Mitre, Pellegrini e Yrigoyen, entre otros.

Queda viuda a los 23 años, vuelve a casarse a los 28 con Aniceto Subiza, hombre de sólida fortuna. En 1881 enferma y es desahuciada por los más importantes médicos de su época, al parecer tenía un tumor maligno en un pecho. Una amiga le aconseja visitar a Pancho Sierra y, a pesar de lo largo y molesto del viaje, va a "El Porvenir", estancia de la localidad de Salto, en la provincia de Buenos Aires.

La tradición cuenta que su vida cambia radicalmente a partir de un encuentro con Pancho Sierra. María Salomé lo consulta por su enfermedad y Don Pancho la cura y le dice "No tendrás más hijos de tu carne, pero tendrás miles de hijos espirituales. .No busques más, tu camino está en seguir esta misión."

Después de la muerte de su segundo marido comienza una nueva vida dedicada a los necesitados. En 1891 recorre los conventillos y barriadas pobres ayudando a quienes lo precisaban: reparte bienes, consigue trabajos, resuelve problemas y predica sencillos sermones cristianos en la sala de su casa de La Rioja 771. Comienza a ser conocida como "La dama del manto negro" y había adquirido tanta fama que su casa empieza a llenarse de gente. Transforma la sala en una especie de templo -con unos bancos, algunas imágenes- y predica el Evangelio vestida con una túnica blanca. Sus palabras atraían a gente desesperada, a enfermos en busca de un milagro y a quienes necesitaban consejos, y a una multitud de curiosos.

En noviembre de 1915 deja la casa en Buenos Aires y se radica en Villa Turdera en el hogar de la familia Bisighini para difundir su doctrina pero luego se mudó a una casilla de maderas y chapas. Predicaba austeridad, ascetismo y consideró que su vida debía ser ejemplo de sus palabras. La Sra. Deodina de Bisighini hace construir una sala de conferencias en la calle 9 de julio 720 en Villa Turdera y allí se desarrolló la Misión. Los numerosos adeptos que asistían a escuchar sus prédicas hicieron que la Madre María nombrara "apóstoles" que más tarde serían sus continuadores. Los templos desarrollaron una intensa campaña de ayuda solidaria, y eran un lugar de prédica y de recogimiento espiritual.

En julio de 1928 reunió a sus discípulos en el templo de Parque Patricios y anunció su próxima muerte. Ésta se produjo el 2 de octubre de 1928 en Temperley y en esa ocasión La Nación escribe "La gente hallaba en la elemental taumaturgia de la Madre María lo que la ciencia no puede ofrecer y la religión se niega a dar".

Su muerte registra una de las grandes manifestaciones de dolor popular. Los diarios dedican largas notas a la Madre María. Tanto La Nación como La Razón de ese día destacan la singularidad de este personaje que ubican en una jerarquía mayor que la de una simple curandera, un especie de refinamiento dentro del oficio, una aristócrata de las videncias. Una multitud la veló en su casa de Turdera y acompañó el féretro a través de la ciudad hasta el Cementerio del Oeste (Chacarita). Fue un verdadero duelo cívico.

Todos los días los fieles le llevan ofrendas florales (especialmente claveles blancos y rojos). Los días de concurrencia masiva son el 2 y el 22 de cada mes, el día de la Madre y el día de los Fieles Difuntos. Actualmente no está "desbordante de flores" como solía estar en otras épocas.

La Madre María y las Profecías


Muchos de los informantes afirman que durante las conferencias que daba la Madre solía predecir hechos que acontecerían en el futuro como la Segunda Guerra Mundial. Cuentan que le anticipó a Hipólito Yrigoyen que sería presidente pero le aconsejó no aceptar el segundo período. A su amigo Lázaro Costa, que le daba crédito para pagar entierros a los pobres, le auguró que su casa mortuoria sería en el futuro la más importante de Buenos Aires. Su última predicción afirma que "En el año dos mil no habrá cambios en el mundo, sino fin de mundo; donde hay agua habrá tierra y donde hay tierra habrá agua...Llegará un día en que las aguas arrasarán todo, y no quedará piedra sobre piedra."

Fuente:
Diccionario de Mitos y Leyendas - Equipo NAyA

El Gauchito Gil


La pregunta no respondida es si es un mito, una leyenda o un santo, pero lo único realmente cierto es que forma parte de la cultura popular.

El Gauchito Gil forma parte del "santoral profano" o sea que no es un santo reconocido por la iglesia, pero si es reconocido por gran parte de la población que los días 8 de febrero se acercan a su tumba (cerca de 100.000 personas) para rendirle homenaje.

No existe una única versión de cómo vivía, pero se sabe nació en la zona de MERCEDES, CORRIENTES entre los años 1830 y 1870 y dicese que su nombre verdadero seria ANTONIO MAMERTO GIL NÚÑEZ o ANTONIO GIL.

En esos años en la provincia de Corrientes había un enfrentamiento político entre los colorados y los celestes

Dicese que el gaucho pertenecía a los colorados (POR ESO SE VEN LAS BANDERAS ROJAS EN SU SANTUARIO),y que era una persona buena y siempre dispuesta a ayudar y que fue un HÉROE EN LA GUERRA CON EL PARAGUAY.

Hasta aquí es lo que se sabe de su historia en forma oral.

Cerca del l850 se enfrentaron celestes y colorados en las batallas de "Ifran" y "Cañada del tabaco" y es por eso que el coronel celeste JUAN DE LA CRUZ SALAZAR cito a todos los hombres posibles para librar esas batallas, haciendo lo mismo con EL GAUCHITO GIL.

Fue entonces que el GAUCHITO dijera que no había que pelear entre hermanos, y no se presento a la convocatoria de SALAZAR.

Cabe acotar que en esa época la deserción se pagaba siendo degollado o fusilado.

De esa manera el GAUCHITO fue considerado como un DESERTOR.

Es aquí donde se desdobla la historia; una dice que al tiempo se presenta arrepentido a pelear en otra batalla y es enviado a GOYA para ser juzgado.

Otra historia dice que al ser despojado de todos sus bienes por la milicia se oculta con un grupo de bandoleros a quienes comandaba compartiendo con los pobres la plata robada.

Pero al final CON LA DETENCIÓN DEL GAUCHITO COMIENZA LA VERDADERA LEYENDA.

El coronel VELÁSQUEZ manda avisar a SALAZAR de la detención de GIL y al preguntar los motivos Salazar dice que es por ser un DESERTOR.

VELÁSQUEZ, que conoce a GIL como un buen hombre le expresa a Salazar esta circunstancia y este ultimo para complacer a Velásquez le dice que con la firma de 20 "notables" de la zona pediría clemencia para Gil al gobernador .

Ya en GOYA-CORRIENTES el gaucho fue colgado de los pies para ser degollado, y fue en ese momento que el gaucho dijo al sargento que lo mataría "NO ME MATES QUE LA ORDEN DE MI PERDÓN ESTA EN CAMINO"

A lo que el sargento contesto "IGUAL NO TE VAS A SALVAR", y el gaucho replico "NO SI YO SE QUE LO MISMO ME VAS A DEGOLLAR, PERO TE DIGO MAS, CUANDO LLEGUES A MERCEDES JUNTO CON LA ORDEN DE MI PERDÓN TE VAN A DAR LA NOTICIA DE QUE TU HIJO SE ESTA MURIENDO DE MALA ENFERMEDAD, Y COMO VOS VAS A DERRAMAR SANGRE DE UN INOCENTE, INVÓCAME PARA QUE YO INTERCEDA ANTE DIOS Y CURE A TU HIJO.

A la vuelta el SARGENTO del cual se desconoce el nombre, comprueba que lo dicho por GIL era verdad, es así que invoco al gauchito y al otro día se produjo el milagro y su hijo sano.

DICESE QUE AL PASAR POR ALGÚN SANTUARIO DEL GAUCHITO GIL HAY QUE SALUDARLO CON LA BOCINA DEL AUTO PORQUE SINO ESE VIAJERO NO LLEGA A DESTINO O SUFRE GRANDES DEMORAS


Oración al Gauchito Antonio Gil
OH! Gauchito Gil
Te pido humildemente
Se cumpla por intermedio
Ante Dios, el milagro que te pido:
Y te prometo que cumpliré
Mi promesa y ante Dios
Te haré ver,
Y te brindaré mi fiel agradecimiento
Y demostración de Fe
En Dios y en vos Gauchito Gil
Amén


Paso a paso de la devoción al gauchito. Las instrucciones y la ofrenda.

Hacer una capilla y colocar en el interior una imagen del gauchito Gil. Poner en el frente de la capilla dos cañas tipo tacuara con lienzos rojos, pués el gauchito Gil era federal.

Encender los veinte días de cada mes un velón rojo y pedirle lo que se desea.

Como ofrenda, cuando se haya cumplido la petición, poner en la capillita una flor roja.

"Oh santito de las pampas
injustamente humillado
levántate de tu tumba lejana
comparece ante mí
para que pueda pedirte (pedir lo que se desea)
yo te prometo a cambio
ser generoso y solidario
con quienes más lo necesiten"

Amén

El Payé


El payé (vocablo guaraní), es la más popular de las creencias tradicionales de la Provincia de Corrientes.

Se trata de un amuleto destinado a lograr fatalmente determinado objetivo y que es confeccionado por un curandero según el fin buscado. Este puede ir desde conquistar el corazón de alguien, evitar peligros, que las balas reboten en el cuerpo del que lo posea, hasta felicidad en la vida, suerte en el juego, evitar enfermedades, etc. También existen otros empleados para provocar enfermedades penosas e incurables en los enemigos.

Comúnmente se los hace con las prendas de la "víctima", si son íntimas mejor, y si las usó recientemente y no están lavadas el "payé" es más efectivo. También se utilizan saquitos donde se colocan medallas de santos, y si estas medallas están bendecidas por un sacerdote tienen más fuerza; se les agregan piedras, huesos, estampas, etc. La pluma del cabureí, un ave de rapiña de pequeña talla, similar a la lechuza pero más pequeña, es considerada un elemento muy poderoso para realizar el "payé" y en especial cuando se la utiliza como talismán.

La confianza que los correntinos poseen en el "payé" es tan ciega que cuando no dan el resultado esperado, se lo atribuye a defectos en su confección o a que, del otro lado, la persona a la que debía afectar tiene un "Payé" más poderoso.

Por otro lado, la creencia popular afirma que el suelo de la Provincia de Corrientes tiene "payé", ya que atrapa a todo aquel que lo pisa y, por más lejos que se encuentre, siempre sufrirá de añoranzas por esa tierra.

De tal manera, por extensión, también se denomina "payé" a este sentimiento, uno de los más importantes del lenguaje correntino. En el chamamé y la poesía hay numerosas composiciones que evocan esa nostalgia, añoranza y necesidad. Es el equivalente al vocablo portugués saudade. ver también pajé

El Vudú


El Vudú es una religión que se originó a partir de las creencias que poseían los pueblos que fueron trasladados como esclavos desde el África Occidental, del contacto de estas creencias con la religión católica propia de los esclavistas y es posible que esté influenciado parcialmente por supervivencias del politeísmo céltico.[1] Se trata de una variante teísta de un sistema animista, provisto de un fuerte componente mágico. Por su vinculación directa con la cosmología y los sistemas de creencias neolíticos, su estudio resulta de gran interés en el campo de la paleoantropología.

El tráfico de esclavos hacia América produjo un fuerte fenómeno de sincretismo entre esta compleja y bien esquematizada religión y las creencias cristianas de los esclavistas, así como con las religiones nativas de los lugares adonde se transportó a los esclavos. De aquí surgiría el vudú haitiano y un gran número de derivativos: la Regla de Ocha o Santería en Cuba, la Santería en República Dominicana, el Candomblé, la Umbanda y Kimbanda en Brasil, así como las manifestaciones africanistas en Puerto Rico y los demás países del área del Caribe, etcétera. Algunos de estos derivativos han llegado a Europa en décadas recientes, sobre todo de la mano de emigrantes retornados.



El vudú en América



Es un nítido ejemplo de evolución sincrética entre esta religiosidad teísta-animista, las creencias cristianas de los esclavistas y religiones locales de pueblos como los Taínos, que se inició cuando muchos africanos del Golfo de Guinea fueron utilizados como esclavos en Haití y otros lugares del Caribe. El vudú también se encuentra muy extendido en regiones tradicionalmente esclavistas de Estados Unidos hasta la abolición, especialmente en Nueva Orléans. En Haití es notable la utilización como religión oficial que se hizo del vudú por parte del gobierno de los Duvalier para reforzar el poder de su gobierno, dada la popularidad de esta creencia e incluso su importancia en la historia del país, en tanto que se suele considerar como uno de los antecedentes de la Revolución Haitiana una ceremonia del sacerdote vudú Boukman llevada a cabo el 14 de agosto de 1791 en Bois-Cayman.

En sus principios careció de un clero y de ritos regulares establecidos (liturgia), debido a que fue una religión perseguida por sus propietarios esclavistas, que los obligaban a convertirse al cristianismo.

Del vudú americano se derivan otras religiones como la santería, muy extendida en Cuba de naturaleza aún más mistificada por las corrientes cristianas, o la Umbanda Brasil. La santería —una de las máximas expresiones sincréticas del mundo— usa símbolos y santos cristianos, que dan imagen y representan loas y ritos anteriores, similares a los del vudú. Lo mismo sucede en la República Dominicana donde la Santería toma las figuras del cristianismo para representar sus loas.

El vudú ha sido un fuerte referente para la cultura popular, debido a la atribuida capacidad de los bokor para resucitar a los muertos y hacerlos trabajar en su provecho (zombies), así como la de provocar la muerte a voluntad. De igual interés popular han resultado otros elementos folclóricos como los muñecos de vudú, que son una especie de pequeños fetiches con forma humanoide fabricados con diversos materiales, los cuales se cree que están vinculados al espíritu de una determinada persona. Es frecuente encontrar referencias en la literatura o en el cine en el que estos fetiches se usan en rituales de magia negra, en los cuales se clavan agujas al muñeco en algún lugar del cuerpo o se le aplica algún tipo de martirio, y así la persona vinculada sufrirá algún mal o una maldición. Existe una amplia literatura y filmografía al respecto, que frecuentemente tiende a deformar y demonizar este conjunto de prácticas religiosas.



Principales creencias



En general, en el vudú se considera que existe una entidad sobrenatural última, llamada de diversas maneras, siendo las más habituales Bondye o Mawu (en ocasiones se hace referencia a una pareja, Mawu y Lisá), regente del mundo sobrenatural, pero ésta es inaccesible y permanece ajena al mundo de los humanos, por lo que la comunicación con ese mundo sobrenatural ha de llevarse a cabo a través de los numerosos loas (el Barón Samedi, la Maman Brigitte, Damballa, etc), entidades también sobrenaturales que actúan como deidades intermediarias y que conforman de hecho el eje central del vudú, teniendo cada uno de ellos una personalidad diferente y múltiples modos de ser alabados (por canciones, bailes, símbolos rituales y otros). Si bien no existe una estructura religiosa homogénea, un sacerdote vudú tiene la función de ponerse en contacto con los loas invocados, hablando el loa a través de él, por lo que se atribuye a los sacerdotes un gran poder, y recibe genéricamente el nombre de houngan, o si se trata de una mujer, mambo. El término bokor se reserva para un houngan que usa su poder para el mal, sería asimilable al vocablo "brujo".



Referencias



1.↑ Ventura, Michael (1993) "Hear That Long Snake Moan", en Letters at 3Am: Reports on Endarkenment, Spring Publications. ISBN 0-88214-361-1
Bibliografía [editar]Seabrook, William (2005). La isla mágica. ISBN 84-7702-510-X.
Hurbon, Laënnec (Junio de 1998). Los misterios del vudú. ISBN 84-406-8171-2.
Pancorbo, Luis (1993). "Reflejos del vudú", "El Canal de la Tortuga". En: Río de América.
Hurbon, Laënnec (1993 / primera edición en francés: 1984). El bárbaro imaginario. ISBN 968-16-3879-4.

San La Muerte


San La Muerte es un personaje o entidad venerada en la antigua región guaranítica de América del Sur y principalmente en territorios del Paraguay, del noreste de Argentina, principalmente en la provincia de Corrientes y en menor medida en Misiones,Chaco, Formosa y, al sur de Brasil (Paraná, Santa Catarina, Río Grande del Sur), desde los 1960 debido a las migraciones internas el culto se ha extendido a ciertas zonas de la provincia argentina de Santa Fe y, especialmente, al Gran Buenos Aires.

Sus imágenes sirven de amuleto o payé, suelen ser talladas (a excepción de la guadaña que se le añade) en una sola pieza de madera dura, hueso (en ocasiones huesos humanos), plomo etc. Se trata de estatuillas: las más altas miden 15 cm, las más pequeñas suelen medir tres centímetros y representan a un esqueleto humano con una guadaña cuya hoja es de lata. El mango de la guadaña se apoya en una plataforma a la altura de la cintura estando por su parte toda la imagen generalmente ubicada sobre otra plataforma, esta es la representación más frecuente, aunque existen estatuillas con la figurilla sentada o acuclillada, sin guadaña, con las manos apoyadas en el mentón o en la nuca: estas posturas corresponden con la iconografía católica para el Señor de la Paciencia; sin embargo, esta veneración de san La Muerte nada tiene que ver con la Iglesia Católica Apostólica Romana, para la cual esta práctica de adoración a San La Muerte es considerada un culto pagano y reñido totalmente con las enseñansas de Jesucristo.



Otros nombres



Además de San La Muerte se le llama: Señor de la Buena Muerte, Señor de la Paciencia, San Justo Nuestro Señor de la Buena Muerte, Nuestro Señor de Dios y la Muerte, San Esqueleto , Ayucaba, Señor que Todo lo Puede (particularmente en Formosa), San Severo de la Muerte (especialmente en Corrientes y en Formosa), o – a veces por temor– solamente San.



Oraciones


A San La Muerte se lo invoca igual que a otro santo, con la diferencia que a éste también le pueden llegar a pedir que realice algún daño a alguien. El santo es para interceder ante Dios para que en la adversidad de dé la gracia que en ese momento necesita. Obrando en bien de las personas, protegiendo a los cultores de San la Muerte, para que en las casas no llegue ningún “daño” que otra persona más intencionada pueda realizar. El pueblo lo nombró su “abogado” en los negocios; en matrimonio mal avenido, y para cada una de las circunstancias en donde la fe es necesaria para sobrellevar un momento adverso. Esto se puede apreciar en las oraciones a San La Muerte. Una de ellas dice así:

¡Señor San La Muerte! Yo te invoco seguro de tu bondad. Ruega a nuestro Dios Todopoderoso Concédeme todo lo que te pido Que se arrepienta por toda su vida El que daño o mal de ojo me hizo Y que vuelva contra el enseguida. Para aquel que en amor me engaña Pido que le hagas volver a mí Y si desoye tu voz extraña, Buen espíritu de la buena muerte Hazle sentir el poder de tu guadaña. En el juego y en los negocios Mi abogado te nombro Y todo aquel que contra mi se viene Por siempre jamás hazlo San La Muerte, protector. Amen. Existen rezos secretos utilizados por las viejas “rezadoras” lugareñas que sirven exclusivamente para el amor. “Señor de la Buena Muerte Ayúdame con tus milagros Y el poder de Dios A conseguir lo que yo quiero del amor De (… se nombra a la persona…) Y poder dominarle Como yo quiero. Amen

A san la muerte le rezan una oración muy eficaz para recuperar objetos perdidos ésta dice así:

¡OH esqueleto milagroso! Fuerte más que San Son, Majestad suplicable En los momentos peligrosos Con justicia y con fe en Dios. Todo poderoso se hacerme encontrar Lo que busco (se dice lo que se busca) Que donde este oculta, Sea en manos extrañas, Que así se arrepienta y sufra todo minuto, Horas y días de su vida Si no me devuelve (se nombra nuevamente el objeto a encontrar) Que no pueda trabajar tranquilo. Que este siempre pensando en mí Y por castigo eterno de vos Poderoso Esqueleto Santo Señor La Muerte Que tomo por abogado de mi (se repite) Tú que eres el poseedor De los espíritus del mundo Tráigame atado a mis pies A quien haya llevado Amen Jesús. Amen María. Amen José.

Como he dicho anteriormente, a San La Muerte algunos lo utilizan para defenderse y tomar venganza de algún hecho, que la persona poseedora del poderoso amuleto-Payé considera que es digna de un castigo como para desearle o devolverte un “daño” que te hayan realizado. Para estos casos existe una oración popularizada y dice así:

¡OH poderoso Señor! Vos que sos el conquistador de poderes; El hacedor de milagros, Que fuiste escarnecido, Flageladote espinas, Muerto y sepultado; Que con tus diez mandamientos Triunfaste aplastaste a tu enemigo El demonio, lo sepultaste En los infiernos; Alabamos y bendecimos tu nombre Y te pedimos ¡Oh Señor!!! Me concedas la gracia De ser vencedor de (nombrar) Mi enemigo y no Su vencido; Que tu santa Gloria. Amen. (Se repite siete veces lo semiente)

“Señor de la Muerte, muerte a mi enemigo”.

Otra de las oraciones que el pueblo difundió a través de los años reza lo siguiente:

¡OH San la Muerte! Espíritu esquelético, Poderosísimo y fuerte por demás; Indispensable en los momentos de peligro Mi abogado te nombro como el mejor Yo te invoco seguro de tu bondad…

Para agradecer a San la Muerte las gracias concedidas, o por la constante protección de una casa; un vehículo; determinadas personas de una familia; un comercio o empresa, se le puede ofrecer la siguiente oración:

¡Oh, Señor San la Muerte! Poderoso espíritu Esqueleto. Grande es tu bondad. Eficientes son tus intercesiones. Humildemente te agradezco La(s) gracia(s) concedidas. Te agradezco y te pido Que me sigas protegiendo A mi y a (se nombra la persona un objeto al cual se le pide protección) Señor La Muerte, Mi abogado te nombré Y mi abogado te pido que sigas siendo. Que nadie pueda hacer “daño” Que pueda llegarme. Que como lo haga le vuelva. Amen Jesús. Amen María. Amen José.

Imágenes del Señor San la Muerte:

Su guadaña: el Señor San la Muerte posee en su mano derecha una guadaña para impartir justicia. Señala el poder que Dios le ha dado, para impartir sobre los hombres.
Su figura esquelética que representa la similitud con todos los seres humanos, y que está libre y desarraigado de todo pecado.
Sus ojos rojos: representa su conocimiento de todos los seres humanos en sus sangres.
Su sonrisa demuestra el regocijo del conocimiento del ser humano ante él.
Sus mantos o capas pueden estar representados de distintos colores: negro, blanco o rojo, todos refieren a la mismo señor San la Muerte, manifiestan las diferentes energías con que el devoto se acerca a él.
Su mirada ante el mundo desde su posición justa que Dios le ha otorgado para determinar las justas decisiones.
Representaciones de distintas posiciones de su imagen: La Santa Paciencia: en cuclillas, representando la búsqueda del ser humano en su reflexión ante sus anhelos y el desarrollo de la paciencia de manera de elaborar sabiduría. La Justicia, Parado con la guadaña. El Guardián: el rey sentado en el trono.
Veneración [editar]Este amuleto no se considera eficaz si no está bendecido, pero siendo considerado parte de un culto no cristiano la iglesia se niega a realizar bendiciones de la estatuilla o cualquier representación de San La Muerte, por este motivo sus devotos acuden a las misas católicas con estas representaciones y cuando el cura imparte la bendición el portador toma a la imagen con sus manos así le "transmite" la bendición, una alternativa es pedir la bendición de la figura a dos personas que sean consideradas católicas.

Con todo, en la religión católica se considera necesaria la intención del ministro para que la bendición sea válida y, puesto que los sacerdotes católicos no sólo no tiene intención de bendecir estas imágenes sino que incluso están en contra de ellas, suelen considerar que estas "bendiciones robadas" no tienen ningún valor.

San La Muerte (se cree) hace a sus portadores invulnerables a los daños (maleficios y desgracias) y en cambio les atraen el amor y la buena fortuna, la creencia popular se basa en pedirle rezando al Santo y a cambio ofrecerle las cosas que más le gusta. Desde golosinas, wisky, cigarrillos, o flores.

Usualmente se le ponen velas (bujías, candelas) y/o se le escriben oraciones.

El culto a San La Muerte aunque no tiene "días canónicos" sí considera especiales al Viernes Santo y al Día de los Fieles Difuntos (o día de los muertos).



Origen



Se encuentra en la religión guaranítica. Algunas naciones veneraban los huesos de los antepasados a quienes pedían protección contra los fenómenos naturales y las fuerzas espirituales malignas. (Otras temían el contacto con los restos humanos y los evitaban) En tiempos de las Misiones jesuíticas guaraníes, la creencia se mezcló con elementos de la fe católica, pudiendo afirmarse que el origen se puede rastrear en este sincretismo.

Existen relatos sobre el origen de este personaje, que lo describen como a un monje que fue ejecutado en la hoguera. Se pueden encontrar varias versiones de esta leyenda. Éstas, no constituyen mas que pruebas de la asombrosa y fértil imaginación del pueblo.

Principales sitios de devoción [editar]En la provincia de Corrientes, RN 14 kilómetro 469 se encuentra un santuario que ha ido creciendo con los años. En Resistencia (Chaco), se le rinde una festividad el 13 de agosto de cada año.

Los 13 de agosto de cada año se realiza la fiesta en forma multitudinaria en el "Santuario Sede" de calle De la Peña 1505 Wilde, Avellaneda, Provincia de Buenos Aires, Argentina. Con vigilia el día anterior y luego una peregrinación. Todos los años grupos de folklore y chamameseros se acercan a festejar en familia y junto al Santo.



Consideraciones para la iglesia



Del mismo modo que como ocurre con el Gauchito Gil, no es reconocido formalmente como santo, por la Iglesia Católica, debido a que esta completamente en contra de los dogmas de esta importante Iglesia, donde es considerado como Santeria y/o hechiceria, donde se le rinde culto al diablo y es considerado un falso dios.



En la religión Africanista



La figura de San la Muerte es aceptada en el Africanismo, esta religión lo considera como un Exú de baja categoría. Su color es el negro, al igual que sus velas y velones. Se lo tiene con un crucifijo encima y se le ofrenda whisky, claveles rojos y velas negras.



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Animita

Hechizo para que piense en tí y regrese


Enciendes un cigarro y rezas: Puro purito yo te conjuro en nombre de la muerte, la señal que te pido me haz de dar, la ceniza tiene que caer, si esta ansioso por hablarme su boca ha de abrir y con esta oración tiene que venir manso desesperado, humillado a las plantas de mis pies.


Alma de los 4 vientos quiero que me traigas a ---- y que por los 7 espíritus y las 7 anímas cambie sus amores y vuelva a mi con el gran poder de la Muerte. Muerte, tu que andas por el mundo en calles montes y colonias si encuentras a ____ no lo(a) dejes pasar, pon en su mente mis pensamientos, si esta sentado(a) no lo dejes en calma, si esta durmiendo que me sueñe, que no duerma tranquilo(a) pues un niño, ha de oír llorar. Rezar con mucha fe.